La motivación: Pirámide de Maslow
Al estudiar la conducta de las personas una de las formas de abordarlo es viendo que es lo que los motiva, qué nos mueve a actuar de la manera en que lo hacemos.
La palabra motivación deriva del latín motivus o motus que al agregar el sufijo -ción significa “causa del movimiento”.
Entonces, ¿ qué nos motiva? ¿Qué nos mueve? ¿Qué nos impulsa a generar ese movimiento?
A modo general, se puede decir que existen características que hacen a la dinámica de la conducta:
1- La conducta es causada: La causalidad de la conducta se debe a lo heredado y al ambiente en el que se desarrolla la persona. Ambos originan estímulos tanto internos como externos
2- La conducta está orientada a un objetivo: el comportamiento no es casual, siempre está dirigida hacia algún objetivo particular. Puede deberse por un impulso, un deseo, una necesidad, que son las que indican los motivos de esta puesta en movimiento.
Por otro lado, podemos decir entonces que la desmotivación en realidad es ausencia de motivación.
Muchos autores han abordado este tema de tanto interés a la hora de trabajar con personas y para personas. En este texto abordaremos a un autor en particular, su nombre Abraham Maslow, un psicólogo humanista, nacido en New York. Se dedicó al estudio de la motivación, la personalidad y la autorrealización; su corriente humanista parte de la idea de que el individuo sano es el que logra la autorrealización. Fue a través de Douglas McGregor que llega su teoría al ámbito empresarial.
La pirámide de Maslow es una representación gráfica de las necesidades que atraviesa o le pertenecen a las personas. Cuenta con 5 estamentos:
1- Necesidades básicas o fisiológicas: inherentes en toda persona, básicas para la supervivencia del individuo. Respirar, alimentarse, hidratarse, vestirse, sexo, descansar, etc. exigen satisfacción cíclica y reiterada, garantizando así la supervivencia del individuo.
2- Necesidades de seguridad: Se busca crear y mantener una situación de orden y seguridad que puede ser física (salud), económica (ingresos), necesidad de vivienda, etc.
Es cuando la persona busca protegerse de cualquier situación, real o imaginaria, que le provoque una amenaza o incertidumbre.
3- Necesidades sociales: la persona como ser gregario necesita el sentimiento de pertenencia a un grupo social, familia, amigos, pareja, compañeros del trabajo, etc. Y cuando no están debidamente satisfechas, las personas muestran resistencia y hostilidad frente a quienes se acerquen, y provoca falta de adaptación social y la consecuente soledad.
4-Necesidades de estima o reconocimiento: Son la confianza, la independencia personal, la reputación o las metas financieras. Todo depende de cómo la persona se ve a sí misma y se valora, por ello está ligado estrechamente a la confianza en sí mismo. No lograr llegar a este estamento puede provocar sentimientos de desamparo y debilidad.
5- Necesidades de autorrealización: sólo puede ser satisfecho una vez que todas las demás necesidades han sido suficientemente alcanzadas. Motivan a la persona a dar lo mejor de sí para un crecimiento y aprendizaje continuo, razón por la cual posiblemente nunca alcance a ser satisfecha ya que no es una meta en sí misma sino un camino que recorrer.
Es relevante comprender que esta pirámide que representa nuestro estado motivacional no es algo estático, vamos subiendo y bajando los distintos estamentos, paseando en ambas direcciones.
Y si hablamos de relevancia, un dato no menor es que quien se encuentre en un puesto que implique liderazgo, es aconsejable que mantenga la base motivacional elevada, es decir que quite los temores propios de los dos primeros estamentos.
La pandemia de SARS-CoV-2 o COVID-19 generó los mayores cambios en la pirámide motivacional del mundo?
¿Por qué?
Porque la supervivencia estaba en juego, el miedo a lo desconocido, las necesidades sociales insatisfechas por el requerido distanciamiento social, etc.
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2 Respuestas
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